Algo que impacto en el publico del primer episodio de Transformers Prime fue la vida, obra y muerte de Cliffjumper. Fue una pena su efímera participación en esta producción ya que a mi parecer era el autobot más estético de todos, sin cejas ridículas ni cara de tortilla de mercurio.
El solito se enfrenta a los clones decepticons, que en un impulso de estúpida valentía se lanza contra el enemigo. . .
. . .y los resultados fueron los lógicos, no pudo y fue llevado ante Starscream que sin mediar mucho, decide enterrarle sus filosas garras en su pecho del cual se derrama una sustancia violeta o morada, lo cual le da un tinte sangriento que a muchos agrado.
Pero si eso fuera poco, también ya muerto se convierte en conejillo de indias de Megatron, el cual le entierra el energon negro y lo convierte en un zombie superdotado. Lo que no pudo en vida Cliffjumper, lo logra en muerte derrotando a cuanto clon decepticon se le parara enfrente.
Hasta que Megatron le pone fin definitivo partiéndolo en dos, escenas que en los comics eran común pero en las series de TV no, por lo que esta serie pinta muy bien al respecto.
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